El 17 de Marzo de 2016, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y su homóloga de Gambia, Neneh MacDouall-Gaye, firmaron un documento en Beijing para reanudar sus relaciones diplomáticas.
El ministro Wang enfatizó que el principio de “Una sola China” es una condición y un fundamento para que China establezca y desarrolle relaciones diplomáticas con otros países.
Por su parte, la funcionaria gambiana señaló que se adherirán firmemente a esa política, apoyarán la reunificación pacífica de China y el desarrollo de relaciones a través del Estrecho de Formosa.
Los dos países habían establecido relaciones diplomáticas en 1974, pero se interrumpieron en 1995 cuando Gambia las reanudó con Taiwán. En 2013, Gambia rompió relaciones con Taiwán y ahora las restablece con China.
Gambia es gobernada hace 21 años por Yahya Jammeh. Según ACNUR, ocupó el quinto lugar entre los países africanos emisores de emigrantes a Europa en 2015 y es señalada por violaciones de Derechos Humanos.
En diciembre de 2015, Gambia se convirtió en la segunda república islámica de África sumándose a Mauritania. Según analistas la decisión tiene el propósito de atraer la atención de potencias petroleras y musulmanas como Qatar, Baréin y Kuwait.
Ese mes, China anunció su intención de otorgar US$ 60 mil millones en apoyo financiero para el Programa de Cooperación entre China y África. Un anuncio que no pasó desapercibido para Gambia, país al cual la Unión Europea ha negado cooperación.
En 2008, con la elección de Ma Ying-jeou como presidente de Taiwán, se inició una “tregua diplomática” con China. En 2013, Gambia intentó acercarse diplomáticamente a China, pero su oferta no fue aceptada.
Los analistas coinciden que el cambio de posición de China es un mensaje para la presidenta electa Tsai Ing-wen, quien asumirá el 20 de mayo, respecto a las consecuencias del no reconocimiento del “Consenso de 1992” y el implícito principio de una sola China.
En noviembre de 2015, el señor Ma se reunió con el señor Xi Jinping (tratamiento entonces utilizado), 5 meses después, el 30 de marzo, el presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, se reunió con la presidenta electa Tsai Ing-wen, en un escenario diferente.
Que el presidente Ma se encuentre todavía en el poder no fue considerado por Pekín como limitante para establecer relaciones diplomáticas con un ex aliado de Taiwán y enviar un mensaje temprano.
Taiwán ahora es reconocido por 22 países, 3 de ellos en África: Santo Tomé y Príncipe, Suazilandia, y Burkina Faso. El tiempo revelará el efecto de la acción de China en la posición que asumirá Taiwán bajo la nueva presidencia, y cuál es el peso de un ex aliado.
*Máster en Relaciones Internacionales y en Estudios Asiáticos
Graco Pérez