Ronaldinho volvió a su tierra natal y venció: el astro brasileño estrenó este sábado con el Fluminense y gestó la victoria 1-0 ante el Gremio, que coloca al equipo carioca tercero en la tabla del Brasileirao-2015.
«Estoy feliz de la vida», dijo el mediocampista ofensivo que fue Balón de Oro en 2004 y 2005, y que volvió a jugar en su país después de acabar el millonario contrato que le unía al Querétaro mexicano por indisciplina.
«Quería estrenar con victoria, quería soportar los noventa minutos, aunque no sabía si iba a conseguirlo», confesó Ronaldinho al salir del campo en el mítico estadio Maracaná, que se colmó de hinchas ansiosos por presenciar su regreso.
A sus 35 años, el campeón de la Champions y de dos Ligas con el Barça y del Mundial con Brasil en 2002 sigue siendo un ídolo para la afición brasileña, que este sábado lo vio vencer al Gremio (7º), el club donde debutó en los años noventa.
El equipo de Porto Alegre jugó prácticamente todo el segundo tiempo con un hombre menos, tras la expulsión de Walace a los cuatro minutos.
Después de ganar una tarjeta amarilla por una marca directa a los pies de un rival, Ronaldinho apareció en su mejor versión y gestó en el mediocampo el único gol del partido: pasó el balón a Wellington Paulista, que lo cedió a Marcos Júnior para anotar de cabeza.
La hinchada desahogó la emoción contenida y ovacionó al astro nacional, que permitió al Fluminense escalar provisoriamente a la tercera posición de la tabla del torneo brasileño.
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Foto DLR
Carlos Núñez