Radio América. La representante de Amnistía Internacional (AI), en Honduras, Isvania Platero, es del criterio que los centros de menores infractores, Renacer particularmente, no deben ser administrados por personal civil, sino por el Instituto Nacional Penitenciario.
«Estos centros no pueden estar bajo el amparo de las ONG’s, personas de sociedad civil o ex personal de la Policía Nacional que no pueden poner a los menores en su lugar o corregirlos con actividades educativas, que fue el objetivo por el cual se crearon».
En menos de una semana se ha iniciado el año con dos reyertas en el centro de internamiento para menores, Renaciendo, ubicado en el valle de Támara, Francisco Morazán.
En ese sentido, Platero señala que los jóvenes internos no tienen respeto para las autoridades y tienen en zozobra a las mujeres presas, pues durante amotinamiento hasta en el techo del CEFAS, por la cercanía de ambos presidios.
Rehabilitación y reinserción
Platero sostiene que principalmente el Centro Pedagogico Renacer debe pasar a manos del Instituto Nacional Penitenciario, con la diferencia que éste debe tener las condiciones de normas mínimas de tratamiento, que son tratados internacionales para ayudar a la rehabilitación y reinserción de los menores infractores.
Además, señala que las instalaciones de Renacer «no sirven ni funcionan» para los jóvenes porque hay algunos han cometido múltiples asesinatos, se escapan constantemente, cometen evasión y por tanto entran otros cargos penales más en su contra que no son aplicables en el caso de los menores.
Renacer debe ser desligado de la Dirección Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) y ser un centro de privación como los demás, con medidas más restrictivas y mejores condiciones.
Isvania Platero también cuestionó a los organismos de derechos humanos porque «no miran nada», pues los jóvenes infractores han sido sometidos a altos grados de tortura, y «muchos de ellos que antes eran niños son los que ahora están matando en las calles».