-«Intentamos no acercanos mucho, no queremos molestarles porque muchos ya están dormidos», explica Ana Álvarez, una voluntaria que ayuda a contar cuántas personas viven en Skid Row, el barrio de Los Ángeles conocido por ser la capital estadounidense de los sin techo.
Como cada dos años, Los Ángeles lleva a cabo un censo para contabilizar las personas que residen a la intemperie y medir la evolución de esta población. En 2013 la cifra alcanzó los 39.500 indigentes.
Skid Row aglutina a buen puñado. Esta zona situada al sur de la ciudad se ha convertido en refugio para aquellos que ya no pueden caer más bajo en el escalafón social, sin agua, luz, ni lugar donde tirar su basura.
«Es importante saber cuánta gente vive aquí para prever lo que necesitan», dice de su lado Latoya Hawthorne, trabajadora en un centro de ayuda a mujeres sin techo que participa en el recuento.
Las estimaciones de este año apuntan a que unas 3.000 personas duermen sobre las aceras malolientes de Skid Row, aunque algunas asociaciones señalan que la cifra podría alcanzar las 5.000.
«Hemos contado 24 indigentes, por suerte no hemos visto ningún niño ni joven», afirma Harry Batt, otro voluntario que acaba de examinar una pequeña zona del barrio.
«Este lugar no es seguro. Es muy deprimente ver todo esto», agrega.
La gran mayoría de los que pueblan sus calles son alcohólicos, drogadictos o tienen problemas físicos o mentales. Y entre tanto desamparado, la violencia está a la orden del día.
Según datos oficiales, de los 630,000 indigentes que hay en todo el país 50.000 son excombatientes.AFP
HRMH