El comercio internacional ha venido sufriendo transformaciones a través del tiempo de los Comunicados Diplomáticos, a los cuales se incorporaba un Protocolo de preferencias arancelarias, que en resumidas cuentas nunca se cumplía; a los acuerdos de preferencias sobre determinadas productos y en determinadas zonas del territorio de las Partes; pasando posteriormente a los Acuerdos de Alcance Parcial, que en resumidas cuentas sucede los mismo que con los comunicados diplomáticos.
Tal como se ha realizado con Cuba y con Ecuador, cuyos resultados prácticos han sido y seguirán siendo negativos, por el hecho de que se negociaron tomando en consideración determinadas preferencias arancelarias y no el universo, que en el caso nuestro son aproximadamente Cinco Mil las fracciones arancelarias que contiene el arancel nacional.
El caso ecuatoriano es digno de estudio, por cuanto el Ecuador, tiene como política de Estado, una visión endógena del desarrollo económico, de tal manera que ha trasladado a un segundo plano, las funciones del comercio exterior, como dinamizador de las inversiones, la producción y el empleo. Sin olvidar que la economía ecuatoriana es una economía dolarizada, lo que afecta directamente a la producción y el empleo. Todo esfuerzo que se realice, incluso aquellos que están contemplados en el Código de la Producción, el Comercio y las Inversiones, quedan relegadas a un segundo plano, mientras no se defina una política de comercio exterior, tal como sucede en nuestra Honduras, que cumpla el rol de atraer inversiones, que permitan y aprovechen los mercados ampliados, como la Cuenca del Pacífico.
Es lamentable, pero Ecuador, se autoexcluyó del Acuerdo de la Cuenca del Pacífico, alegando que no era parte de las prioridades del entonces gobierno de Correa, que pretendía endosarle a Honduras un Acuerdo de Alcance Parcial, de carácter político, que a mi juicio no sirve para nada, puesto que no abarca en su totalidad el universo arancelario. Un ejemplo de ello, es que pretenden establecer un arancel específico a los textiles hondureños, que precisamente son unos de los sectores con más eficiencia de la economía hondureña.
En consecuencia, Ecuador no podrá sustentar su desarrollo productivo, con una visión exclusivamente endógena de la economía. El sistema General de Preferencias Arancelarias, contribuye al aislamiento, manifestándose especialmente en: a. bajas inversiones; b. retraso tecnológico y falta de innovación; c. desempleo y migración por falta de empleo; d. dinamización de los sectores productivos, como el agropecuario, forestal y pesquero. Sumado a ello la dependencia de las exportaciones de petróleo, un combustible fósil sujeto a serios inconvenientes en la economía mundial.
EMPRESARIOS SOMOS TODOS.