Después de haber perdido a su mujer en 2003, todo lo que le quedó a este hombre de Leeds, Reino Unido, fue un mensaje de contestador automático al que se aferró desde entonces. Pero en una intervención técnica, su compañía de teléfono, a la que permaneció fiel por miedo a no poder volver a oír la voz de su esposa, lo borró. Días después lograron recuperar la grabación y esta fue su reacción.
Cortesía RT
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