La campeona olímpica de ciclismo Dotsie Bausch insiste en la importancia de usar aparatos electrónicos «ponibles» para controlar sus datos fisiológicos durante el entrenamiento, sobre todo en un deporte sacudido regularmente por escándalos de dopaje.
«Yo no me dopo porque no quiero hacer trampa. Pero se pueden usar todas las herramientas lícitas disponibles», dijo la ciclista estadounidense, medalla de plata en los Juegos Olímpicos 2012, en el Salón Internacional de artículos electrónicos (CES-2015) que se celebra esta semana en Las Vegas (Nevada, oeste de EEUU).
Hablando en nombre del grupo de tecnología médica Massimo, la ciclista dijo que estos equipos «son herramientas del universo hospitalario que han llegado a manos del consumidor».
Poco antes, en la feria electrónica, Bausch había hecho una demostración con un aparato que se coloca en la punta del dedo para controlar la saturación de oxígeno y el pulso a través de sensores infrarrojos.
Uno de los grandes temas del encuentro de fabricantes de equipos electrónicos este año en Las Vegas es el matrimonio entre la tecnología y los deportes. La Asociación de Consumidores de Artículos Electrónicos (CEA, en inglés), que organiza el salón, estima que sólo los estadounidenses gastarán este año 1.800 millones de dólares en aparatos que monitorizan la salud y la actividad física.
Pero los expositores del CES-2015 están mostrando aparatos y servicios que van mucho más allá de una simple pulsera de fitness.
Develada durante esta semana, el AmpStrip de la firma estadounidense Fitlinxx es un parche que se adhiere al cuerpo de tres a siete días y mide la frecuencia cardíaca, la actividad física y el esfuerzo.
«Está diseñado para ayudar a los entusiastas del deporte», dijo Doug McClure, de Fitlinxx. «Hay que entender la forma como se entrena. La exageración conlleva lesiones. Llevar este parche las 24 horas del día puede ayudarte a entender cuánto esfuerzo es capaz de soportar tu cuerpo».
rl/wat/lm/ol/ll
GRamirez