La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, inauguró el domingo el parque «Rives de Seine» («Riberas del Sena») con unos 3,3 kilómetros de largo a orillas del río Sena, en pleno centro de la ciudad.
«Hace 15 años que soñábamos con devolver a los peatones, a los niños, el uso de este fantástico paseo», afirmó la alcaldesa socialista de París, mientras paseaba junto al río, cuyas dos riberas cuentan a partir de ahora con un parque urbano de ocho hectáreas con juegos infantiles.
Pese a las críticas que ha despertado la peatonalización por parte de la derecha y de algunos concejales de las localidades de la periferia parisina, que denuncian que el cierre de la vía rápida ribereña provoca atascos, Hidalgo celebró que los «50 años de autopista urbana terminan definitivamente hoy».
«No somos anticoches, somos anticontaminación», insistió la alcaldesa de París, tras proclamar «¡Viva la vida, viva París y viva la respiración!».
La entrada de vehículos en la orilla derecha del Sena, cuyas riberas están inscritas en el patrimonio mundial de la Unesco, está oficialmente vetada desde el 21 de octubre a lo largo de 3,3 kilómetros en pleno centro de la capital, entre el jardín de las Tullerías y una zona cercana a la plaza de la Bastilla, aproximadamente.
El parque «Orillas del Sena» enlaza los 2,5 kilómetros ya peatonales de la ribera izquierda (desde el museo de Orsay al puente del Alma) con 4,5 kilómetros de la ribera derecha, para formar un «espacio de recreo» con animaciones culturales y deportivas.
Una vía de la orilla derecha quedará exenta, no obstante, de instalaciones fijas, con el fin de facilitar el paso de vehículos de socorro y otros dispositivos prioritarios eventualmente.
«Soy parisina, no utilizo mi coche y este paseo es algo bueno», declaró a la AFP Laure Bertrand.
«Es una iniciativa excelente», agregó Laurent Wagner, vecino de Chartres (al suroeste de París), que opina que «la polémica está un poco obsoleta cuando se conocen los problemas sanitarios debidos a la contaminación en París». AFP.
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