Un usuario de Twitter compartió hace unas semanas una foto de unas margaritas visiblemente deformadas. La imagen fue tomada en la ciudad japonesa de Nasushiobara, a 112 kilómetros de Fukushima, donde en 2011 hubo un accidente en la planta nuclear.
Muchos temen que la malformación sea producto de la radiación del accidente causado por un tsunami hace ya cuatro años.
@san_kaido publicó junto a la foto el siguiente mensaje:
«La flor de la derecha creció con su tallo partido en dos y tiene dos flores conectadas entre sí y tiene 4 tallos de flores en forma de cinturón. La de la izquierda tiene cuatro tallos que crecieron atados entre ellos y tienen una flor en forma de anillo».
Aunque la publicación es de mayo, las imágenes han vuelto a circular en redes sociales en los últimos días.
La forma inusual que presentan estas flores se conoce como fasciación, un fenómeno que hace que los tejidos de la planta cambien: se aplanen, se estiren, aumenten su tamaño y peso, y crezcan de manera circular.
Esta mutación puede producirse por presencia de bacterias, ataques de insectos o parásitos o daño químico.
En 2011, cuando tres reactores de la planta colapsaron tras el terremoto que provocó el tsunami, la amenaza de la radiación forzó a los vecinos a evacuar. No obstante, las mediciones de radiación de Nasushiobara determinaron que era habitable, aunque la radiación que produjo el accidente en la planta de Fukushima se detectó hasta a cerca de 96 kilómetros de allí.
Fuente: CNN
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