Radio América. El endurecimiento de penas para los cabecillas de las pandillas o maras provocará más hacinamiento en la cárceles de Honduras, manifestó este sábado el secretario de Justicia, Derechos Humanos y Gobernación, Rigoberto Chang Castillo.
«Con el endurecimiento de estas penas se va a incrementar el número de privados de libertad en los centros penales, y habrá mucho más hacinamiento y mucho más inversión, porque por cada uno de los detenidos se les paga por comida», dijo el funcionario.
Según Chang Castillo, solo en alimentos para los reos hondureños se invierte más de 250 mil millones de lempiras anuales, considerando que cada tiempo cuesta 30.00 lempiras.
El Congreso hondureño aprobó el miércoles pasado una reforma al Código Penal que aumenta a 50 años de cárcel las penas a los cabecillas de las pandillas o maras.
En un comunicado, el organismo legislativo dio a conocer que con la reforma al artículo 332 del Código Penal, conocida como ley antimaras, las penas vigentes de 20 a 30 años de cárcel «se incrementan en un tercio para los cabecillas de organizaciones criminales» con lo cual «se podría llegar hasta los 50 años».
La reforma votada el miércoles creó el «beneficio premial», que permite a quienes han sido condenados por formar parte de las maras y otros delitos vinculados colaborar con la identificación de líderes pandilleros y obtener una rebaja en la pena impuesta.
MH