El sindicato de futbolistas profesionales portugueses denunció este jueves el creciente tráfico de jugadores jóvenes de África y Sudamérica que llegan a su país, atraídos por falsas promesas de contratos antes de ser abandonados por sus agentes.
«Portugal es una puerta de entrada privilegiada para hacer venir a Europa a jóvenes jugadores africanos, brasileños y chinos sin papeles», declaró este jueves a la AFP Joaquim Evangelista, presidente del sindicato.
«Cada vez más los clubes portugueses aceptan formar a estos jóvenes y actúan como cantera para estos agentes. Si los jugadores triunfan, comparten los beneficios ligados a sus traspasos a otros clubes», añadió.
En caso de fracaso, «son expulsados por la policía y además deben pagar ellos mismos sus billetes de vuelta, siendo abandonados por los agentes», explicó.
Según una encuesta publicada por la policía de fronteras a finales de febrero, 157 de 250 jugadores extranjeros controlados estaban en situación irregular y 105 de ellos, de origen africano, habían recibido una orden de expulsión.
En total 60 clubes y asociaciones deportivas fueron objeto de estos controles. Hasta 25 procedimientos fueron abiertos contra los clubes por infracciones y han tenido que pagar multas que van desde los 50.000 euros a los 250.000.
«Nosotros les ayudamos siempre que podemos porque nos gustaría que los sindicatos de otros países hicieran lo mismo si los jugadores portugueses se encuentran en la misma situación», subrayó Evangelista.
El sindicato de futbolistas portugueses firmó a principios de junio un protocolo con la policía de fronteras con el objetivo de frenar el tráfico ilegal de jugadores mediante un mejor intercambio de la información.
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Carlos Núñez
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