Graco Pérez 2016-05-04
El 26 de febrero de 2014, el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigú, anunció que su gobierno estaba negociando la instalación de bases militares en Cuba, Venezuela y Nicaragua, Nicaragua negó esa información.
El 11 de julio de ese año, el presidente Vladimir Putin aterrizó sorpresivamente en Managua para reunirse con el presidente Ortega. El presidente Putin declaró que “Nicaragua es un socio muy importante de Rusia en América Latina”.
Pasados 7 meses, el turno le correspondió al ministro Shoigú, quien visitó en una gira oficial Cuba, Venezuela y Nicaragua. En Nicaragua llegó a un acuerdo para facilitar la entrada de barcos rusos a los puertos del Pacífico y del Atlántico.
Por otro lado, en junio de 2015, el presidente Putin confirmó los planes de las fuerzas armadas rusas de renovar de forma completa algunos tipos de armas y en otros casos hasta el 70%, para el año 2020.
En agosto tuvo lugar el Biatlón 2015 en Rusia, ocasión en la cual Nicaragua debutó en esa competencia mundial. Fue entonces cuando los militares nicaragüenses se familiarizaron con los tanques de guerra T-72.
El pasado 25 de abril, Rusia informó sobre el envío del primer lote de 20 tanques T-72B a Nicaragua. El total de 50 tanques que recibirá, tiene un costo de 80 millones de dólares. El vocero del ejército justificó la compra dentro de un “plan de modernización de equipos”.
Hasta entonces, el gobierno de Nicaragua había anunciado la firma de convenios de cooperación con Rusia para fortalecer la lucha contra el narcotráfico y para mejorar la capacidad de las fuerzas armadas en caso de desastres naturales.
Entre 2013 y 2015, la Asamblea Nacional aprobó tres decretos para permitir el ingreso de oficiales y embarcaciones rusas a territorio nicaragüense. Entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2016, lo harían 230 oficiales con naves y aeronaves.
Nicaragua es parte del Tratado Marco de Seguridad Democrática (1995), que establece el compromiso de mantener el balance razonable de fuerzas; y de la Conferencia de las Fuerzas Armadas Centroamericanas (CFAC),
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, manifestó que además de ser “preocupante”, se sentía “triste” por la compra de armamentos. Después de más de una semana, su homólogo de Honduras no se había pronunciado.
La congresista republicana Ileana Ros Lehtinen declaró que “el interés de Ortega es crear miedo entre la población nicaragüense especialmente en un año electoral y desestabilizar la región”. Las elecciones en Nicaragua están programadas para noviembre.
El águila sobrevuela Cuba, mientras el oso camina en la tierra del Güegüense.
*Máster en Relaciones Internacionales y en Estudios Asiáticos