Radio América. Mediante un comunicado, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), abogó este día porque la prevención y el control de los incendios forestales sea una prioridad nacional del gobierno y la sociedad para proteger los derechos humanos, preservar los recursos naturales y ambientales, necesarios para el desarrollo sostenible de la nación.
A través de un comunicado, el Defensor del Pueblo lamentó que personas irresponsables han delinquido al provocar alrededor de un 60% de los incendios sin haber sido aún debidamente enjuiciadas y sancionadas, a lo que se suma las incontroladas labores de pastoreo, quemas agrícolas y otras, que cada año afectan miles de hectáreas de bosque a nivel nacional.
El COMUNICADO
Ante la creciente incidencia de incendios forestales, otras amenazas y actos contra el medio ambiente en Honduras, que afecta derechos humanos de los habitantes y ocasiona incalculables pérdidas en la economía nacional que reducen los recursos que el Estado debe siempre dedicar exclusivamente al desarrollo sostenible y bienestar de los habitantes, el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (CONADEH), en el ejercicio de sus facultades y atribuciones, formula las siguientes consideraciones:
Los incendios forestales, en Honduras, constituyen un fenómeno cíclico recurrente que contribuye significativamente a la degradación del suelo y deforestación de los bosques, afectando los bienes y servicios que éstos deben proveer a la población, en particular a sus derechos humanos, como al medio ambiente sano, al agua, a la salud, a la propiedad, al desarrollo y al derecho a la vida misma.
Personas irresponsables han delinquido al provocar alrededor de un 60%de los incendios sin haber sido aún debidamente enjuiciadas y sancionadas, a lo que se suma las incontroladas labores de pastoreo, quemas agrícolas y otras, que cada año afectan miles de hectáreas de bosque a nivel nacional.
La contaminación atmosférica constituye una amenaza para la salud de todas las personas, en todo el territorio nacional, al exponerlas al humo que afecta los ojos, irrita el sistema respiratorio y agrava afecciones de quienes padecen de enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas.
Es evidente, que los incendios forestales, la tala ilegal y otras graves amenazas ambientales, como el gorgojo descortezador, están destruyendo nuestros bosques y el uso sostenible de nuestras montañas, arruinando los hábitats naturales y la diversidad biológica, causando deforestación, sequía y erosión del suelo; afectando las cuencas o microcuencas y la consiguiente captación del agua para uso doméstico de los pobladores y también usos industriales, perjudicando la flora, los asentamiento humanos; agravando o causando enfermedades, pérdida de empleos, bienes, privación de alimentos; contaminando más el aire que respiramos y produciendo un desabastecimiento de agua sin precedentes que, en suma, favorece un ambiente perjudicial para la vida.
La situación tiende agravarse, en especial para las personas más desfavorecidas que viven en la pobreza y exclusión social.
De seguir como hasta ahora, solo continuaremos acumulando factores que agravan problemas nacionales de pobreza, deterioro de recursos y agregándolos a los de violencia y delincuencia, corrupción e impunidad que ya sufrimos.
» Sabemos que este tipo de indeseados cultivos, han demostrado ser históricamente generadores de forzadas presiones sociales y de recrudecimiento de conflictos que el Estado debe saber prevenir y atender positivamente con la contribución de la misma sociedad», dijo el ombusdsman hondureño.
Por tanto, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, recomienda lo siguiente:
La prevención y control de los incendios forestales, la tala ilegal y otras amenazas ambientales debe ser una de las prioridades de interés nacional del Estado hondureño que, en aplicación de las políticas correspondientes, debe atenderse conjuntamente con las otras medidas de protección y aprovechamiento de los recursos naturales, con respeto al medio ambiente, los ecosistemas, áreas naturales protegidas y flora y fauna nacional.
Se recomienda al Estado que esa prevención y ese control se realicen de manera más efectiva y coordinada entre las diferentes instituciones gubernamentales; y se abra a la participación activa de la ciudadanía en una concertación nacional para la salvaguardia de nuestros bosques, montañas, fuentes de agua, biodiversidad y otros recursos naturales y ambientales.
Se recomienda, al Ministerio Público y Tribunales de Justicia, ejercer sus respectivas competencias, para investigar prontamente, juzgar imparcialmente y sancionar severamente, con todo el peso de la Ley y de manera ejemplar, a las personas responsables de los incendios que han afectado derechos humanos de los habitantes y, en particular, puesto en riesgo vidas humanas, bienes materiales y los servicios ambientales que proveen los ecosistemas a la población.
Además, se debe poner fin a la tala ilegal, a la caza prohibida y al tráfico ilícito de fauna y flora silvestre; conservar, restablecer y usar sosteniblemente nuestros bosques y montañas; prevenir o detener la deforestación; rehabilitar las tierras y los suelos degradados incluyendo las tierras afectadas por la sequía; conservar los ecosistemas montañosos incluida la diversidad biológica, entre otras medidas ineludibles y apremiantes.
Exhortamos a la sociedad y al gobierno a unir voluntades y esfuerzos en promoción de la conciencia ambiental y defensa del derecho al medio ambiente sano, derecho al desarrollo y otros derechos humanos, contribuyendo con la efectiva implementación de las recomendaciones anteriores, para garantizar su propio bienestar colectivo y entregar también, a las futuras generaciones, un ambiente sano que posibilite la continuación del proceso de desarrollo sostenible local y nacional.
Fuente: Comisionado Nacional de los Derechos Humanos
Información: Oscar Morán
CNAA
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