El primer día de la votación en múltiples estados ocupa un lugar preponderante en una feroz contienda presidencial después de que los primeros estados recortaran el campo; además, el extremadamente desenvuelto multimillonario y su ejército de votantes externos están listos para hacer entrar en pánico a la clase dirigente del Partido Republicano al afianzar la nominación del partido.
Mientras tanto, Hillary Clinton —impulsada por su gran victoria en Carolina del Sur el sábado— espera comenzar a dejar fuera a su rival demócrata Bernie Sanders, quien está representando un mayor reto de lo esperado, al demostrar la fuerza de su base en el sur entre votantes de las minorías de la que depende su campaña.
Una encuesta nacional de CNN/ORC llevada a cabo el lunes muestra a Donald Trump con una ventaja dominante, recibiendo el 49% de la votación en las primarias republicanas… 30 puntos porcentuales por encima del senador de Florida, Marco Rubio. En el lado demócrata, Clinton encabeza a Sanders con 55%, frente a 38%.
Las contiendas, a través de 12 estados, han presagiado varias semanas de peleas a nivel nacional que serán decisivas para determinar quién se enfrentará para llegar a la Casa Blanca en el otoño.
La magnitud del campo de batalla a favor de Trump, cuyo ubicuo perfil mediático significa que lo conocen en todas partes, y Clinton, cuya décadas en la vida pública le dan una ventaja sobre Sanders, quien es menos conocido.
Es posible que Trump gane mayor ventaja el martes por la noche.
«El martes, tendrán un gran día», les dijo Trump a sus partidarios en una gran reunión en Tennessee el sábado, al decir que no le importaba si alguien estaba a las puertas de la muerte o si su esposa los estaba dejando… que tenían que votar.
«¡Levántense, vayan a las urnas, y voten!», dijo. «Les prometo, que recordarán esta noche y dirán que fue una noche muy importante… una noche muy importante en sus vidas».
Aunque Trump espera saborear una noche de triunfo, sus principales rivales, Rubio y el senador de Texas, Ted Cruz, tienen menores expectativas. Rubio está desesperado por conseguir al fin una victoria difícil de alcanzar, en algún lugar y en cualquier lugar. Y Cruz enfrenta un momento decisivo en su estado natal de Texas.
Un total de 595 delegados republicanos están en juego para los 1.237 necesarios para asegurarse la nominación del Partido Republicano. Sanders y Clinton se enfrentan por 865 de los 2.383 delegados necesarios para ganar la contienda demócrata.
Los republicanos están compitiendo por los delegados que se concederán el martes en Alaska, Alabama, Arkansas, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont y Virginia.
Los demócratas adjudicarán delegados en los mismos estados que los republicanos, además de Alaska, y también están compitiendo en Colorado y en Samoa Americana.
Un momento fatídico
El Supermartes tendrá lugar en un momento fatídico en la contienda republicana. Finalmente, las campañas rivales y la clase dirigente se han dado cuenta que en lugar de desaparecer como muchos predijeron, Trump —después de sus tres victorias en Nuevo Hampshire, Carolina del Sur y Nevada— asegurará la nominación a menos que haya un giro dramático en la contienda.
Ese descubrimiento estimuló duros enfrentamientos entre Trump y Rubio el viernes y el fin de semana; Cruz también ha estado atacando al multimillonario. Y dio lugar a que el excandidato, Chris Christie, respaldara a la exestrella de programa de televisión, a quien alguna vez había considerado como no apto para la presidencia.
Fuente: CNN
Carlos Núñez