Según un estudio, los investigadores encontraron que 13 de los 37 acuíferos más grandes del planeta, estudiados entre 2003 y 2013, se están agotando, y reciben poca o ninguna recarga. Ocho de ellos está en la categoría de estrés, casi sin reposición natural para compensar el uso.
Alrededor de un tercio de las mayores cuencas de aguas subterráneas de la Tierra se están agotando rápidamente a causa del hombre, a pesar de tener pocos datos precisos sobre la cantidad de agua que queda en ellas, según dos nuevos estudios dirigidos por la Universidad de California, Irvine (UCI), utilizando datos de la NASA Recuperación de Gravedad y Experimento Climático (satélites GRACE).
Un estudio dirigido por la Universidad de California Irvine, en Estados Unidos, reveló esta semana que “segmentos significativos de la población de la Tierra están consumiendo agua subterránea de forma rápida y sin saber cuándo podría agotarse”.
De tan solo una de ellas, la más estresada de todas, el Sistema Acuífero de Arabia, dependen 60 millones de personas.
Los investigadores concluyeron que “alrededor de un tercio de las mayores cuencas de aguas subterráneas de la Tierra se están agotando rápidamente por el consumo humano”, informó el 16 de junio, la Universidad de California, Irvine (UCI), al anunciar dos estudios que utilizaron datos del instrumento GRACE de la NASA, que mide gravedad y clima, vía satélite.
Este desmedido consumo humano, de agua potable, riego, agricultura, minería u otras actividades productivas extractivas, podría significar un grave problema a la sociedad, alerta el documento, es que se está haciendo con grandes riesgos, ya que hay “pocos datos precisos sobre la cantidad de agua que queda en ellas”.
En el primer estudio, los investigadores encontraron que 13 de los 37 acuíferos más grandes del planeta, estudiados entre 2003 y 2013, se están agotando, y reciben poca o ninguna recarga.
Ocho de ellos está ya en la categoría de estrés, casi sin reposición natural para compensar el uso.
Otros cinco están “extremadamente” o “muy” estresados subrayó Jay Famiglietti, profesor de la UCI, de acuerdo al nivel de reposición de cada uno. Esos acuíferos se seguían agotando con muy poca agua fluyendo de nuevo hacia ellos, agregó.
El estudio de Famiglietti y su equipo, señala que el Sistema Acuífero de Arabia, una importante fuente de agua para más de 60 millones de personas, es la más estresada del mundo.
El acuífero de la Cuenca del Indo en el noroeste de la India y Pakistán es la segunda más estresada.
La Cuenca del Murzuk-Djado en el norte de África es la tercera.
El Valle Central de California, que se utiliza en gran medida para la agricultura, es otra de las más afectadas.
Los acuíferos más estresados están en las zonas más secas del mundo, donde las poblaciones usan el agua subterránea. Los investigadores temen que el crecimiento de estas poblaciones empeorará aún más el problema social.
El profesor Famiglietti, quien es también el científico senior en el tema del agua en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en California, alertó que “teniendo en cuenta la rapidez con que estamos consumiendo las reservas de agua subterránea del mundo, necesitamos un esfuerzo global coordinado para determinar la cantidad que queda”.
“Mediciones físicas y químicas disponibles son simplemente insuficientes”, sostuvo el experto.
De acuerdo a la Universidad y la NASA, estos estudios son los primeros en caracterizar exhaustivamente las pérdidas mundiales de aguas subterráneas con los datos desde el espacio.
El documento plantea el interrogante: “¿Qué sucede cuando un acuífero muy estresado se encuentra en una región con tensiones socioeconómicas o políticas que no pueden complementar la disminución de los suministros de agua lo suficientemente rápido?”.
Al respecto la investigadora Alexandra Richey, autora principal, señaló que “ahora estamos tratando de levantar banderas rojas y establecer claramente donde al activar la gestión hoy se podría proteger las vidas y los medios de vida del futuro”.
Respecto a lo que sucede en California, comentó que “en este momento de sequía, confiamos mucho más en las aguas subterráneas”, sin embargo, advirtió que es necesario reexaminar la sostenibilidad de los recursos hídricos de una región, teniendo en cuenta esa dependencia”.
En un documento complementario se concluye que el volumen restante total de agua subterránea utilizable del mundo es probablemente mucho menor que las estimaciones rudimentarias hechas hace décadas. Esto se deduce al comparar las tasas de pérdida de agua subterránea obtenidas por satélite.
Además los investigadores destacaron que en los documentos investigados como referencia, encontraron grandes discrepancias en el tiempo de agotamiento .
“En la estresada cuenca del noroeste del Sahara por ejemplo, el tiempo de las estimaciones de agotamiento varió entre 10 años y 21.000 años (…). “En realidad no sabemos cuánto se almacena en cada uno de estos acuíferos. Las estimaciones de almacenamiento restante podrían variar de décadas a milenios”, dijo Alexandra Richey, destacando que “ya no podemos tolerar este nivel de incertidumbre”.