Radio América. En la homilía oficiada por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, pidió este domingo a los hondureños cambiar porque el país “no puede continuar con esta hemorragia permanente de asesinatos”.
“Es un pueblo que se mata a sí mismo, no puede ser, todos somos hermanos”, añadió el prelado de la iglesia Católica en Honduras, un país en el que recientemente salió a luz pública una serie de investigaciones reveladas a través de medios de comunicación en relación a crímenes emblemáticos en el que estaría implicada la Policía Nacional.
El hecho de que exista en el país “muertes cada día” es porque los jóvenes y adultos han crecido “sin conocer la palabra (de Dios)”, cuestionó.
En ese sentido, pidió a los cristianos llevar la palabra para quienes no la han oído y así “evitar caer en el síndrome de Caín”, el hombre que mató a su propio hermano, según Génesis capítulo 4.
“Cada hondureño vale, ninguna vida sobra, no es posible que se sigan matando”, enfatizó el líder religioso en el marco de una serie de asesinatos recientes en La Ceiba en donde un video muestra a una jovencita de la mara 18 acribillando al conductor de un autobús cuando se hacía pasar por pasajera.
Al igual en otro video mostrado a mitad de semana en el que cámaras de un restaurante en Lomas de Toncontín en Tegucigalpa captan las espeluznantemente imágenes de un asesinato y asalto en donde varios sicarios entraron al local y abrieron fuego sin piedad contra un guardia y un cliente.
La violencia provoca en el país centroamericano una media de trece asesinatos al día, atribuidos a distintos motivos, según cifras oficiales.
HRMH
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