El smartphone insignia de la compañía, que representa el 65 por ciento de los ingresos, tuvo un mal desempeño en el mercado en los primeros meses del año
Los beneficios de Apple sufrieron la primera caída de los últimos 13 años en el trimestre que acabó el 26 de marzo, y las ventas de los teléfonos iPhone se contrajeron por primera vez en la historia, un traspié que interrumpe el meteórico ascenso del gigante tecnológico.
La nota destacada del informe trimestral está en las ventas de su dispositivo insignia, los teléfonos iPhone. En el primer trimestre del año alcanzaron los 51,2 millones de unidades vendidas, una cifra que se ubica por debajo de los 61,2 millones del mismo periodo del año anterior. Aún así, se ubicaron por encima de las proyecciones de los analistas, que habían estimado que se venderían 50 millones de dispositivos.
Las ventas de los iPhone representaron un 65 por ciento de los ingresos totales de Apple en el trimestre que finalizó en marzo, una cifra que pone de manifiesto la enorme dependencia de la empresa de un solo producto.
La compañía reveló que sus ganancias cayeron un 22,5 por ciento en los tres meses que finalizaron el 26 de marzo, su segundo trimestre fiscal, hasta los 10.520 millones de dólares, equivalente a 1,90 dólares por acción, frente a los 13.570 millones de dólares del mismo periodo del año anterior.
A su vez, los ingresos se redujeron un 13 por ciento, hasta los 50.550 millones de dólares. Las ventas de Apple también cayeron en China, su mercado más importante después de Estados Unidos, en más de un 25 por ciento y también estimó otro trimestre decepcionante para sus ingresos globales.
«El desempeño de nuestro equipo fue extraordinariamente bueno pese a tener fuertes vientos macroeconómicos en contra», afirmó en un comunicado el consejero delegado de Apple, Tim Cook.
Sus palabras no convencieron a los inversores, que penalizaron las acciones de Apple con una caída de más del 6 % en el periodo de negociación extendida tras el cierre de Wall Street, lo que llevó a los títulos a caer por debajo de los 100 dólares por primera vez desde febrero.
La empresa lanzó en marzo un teléfono más pequeño, el iPhone SE, un dispositivo con una pantalla de cuatro pulgadas que la compañía describió como «el teléfono de cuatro pulgadas más potente del mundo» y que debutó en el mercado con un coste de 399 dólares para los modelos más sencillos, casi la mitad que el precio de los teléfonos más grandes.
Apple registró un trimestre de beneficios récord en la historia corporativa estadounidense tras el lanzamiento de los teléfonos con pantallas más grandes en el 2014, pero afronta ahora un futuro incierto tras la primer caída del iPhone desde su debut en el 2007.
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